El valor de la solubilidad de un soluto en un solvente depende de la naturaleza de ambos, pero además depende de ciertos factores como la presión y la temperatura. Para los sólidos y los líquidos, su solubilidad no depende de la presión, pero varía directamente proporcional a su temperatura. Mientras que para los gases, la solubilidad se incrementa con el aumento de la presión y se reduce con un incremento de la temperatura.