Es una representación gráfica que permite visualizar de manera sistemática un problema central con sus respectivas causas y consecuencias (DNP, 2011).
La construcción del árbol de problemas se facilita cuando se ha realizado previamente la matriz de Vester. Acorde a la clasificación de los problemas dentro de la gráfica se tienen cuatro grupos:
- Pasivos o consecuencias
- Críticos o centrales
- Indiferentes
- Activos o causas
En consecuencia, la gráfica de la matriz de Vester sirve como insumo para diseñar el árbol de problemas así:
En la parte inferior se listan los problemas activos o causas
En la parte central el problema crítico
En la parte superior se listan los problemas pasivos o consecuencias
En la siguiente figura es posible identificar la correspondencia entre la gráfica de la matriz de Vester y el árbol de problemas:
Fuente: Elaboración Propia
La analogía entre el árbol natural y el de problemas es ilustrativa. Las raíces son el soporte del árbol y le suministran nutrientes para que se mantenga vivo; igualmente, las causas (raíces del árbol de problemas) soportan toda la estructura y suministran la información necesaria para la existencia y comprensión del problema central. Mientras que el tronco del árbol (problema central) es el responsable de mantener la estructura general y soporta los efectos derivados (las ramas del árbol). Los efectos terminan siendo, entonces, la parte visible y fácilmente identificable una vez se tiene claro cuál es el problema fundamental (DNP, 2011), esta analogía es evidente en la siguiente figura.
Árbol de Problemas
Fuente: Elaboración Propia